sábado, 6 de enero de 2018

Roscón de Reyes

Después de dos semanas de reuniones familiares, de amigos y eternas comilonas, llega el día de Reyes, y como no podía ser de otro modo, con un dulce, el Roscón de Reyes.

Este roscón en su interior tiene una sorpresa, un haba y una figura, pero...¿Sabes por qué estas figuras?
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Pues bien...nosotros sí...

El origen del roscón surge para celebrar que se acaban los días oscuros y empiezan los días de luz, es decir, "alarga el día". En el siglo III, comenzó a introducirse un haba, considerada símbolo próspero y de fertilidad. Aquel que la encontraba era muy afortunado, puesto que esta legumbre le aseguraba prosperidad el resto del año.

En la Edad Media, el haba dejó de tener su significado de prosperidad y paso a ser lo siguiente. El día de Reyes se elegía a una figura conocida como ‘el rey del haba’. Se trataba de una persona insignificante al que se le autorizaba a reinar por un día un territorio en el que todo estaba del revés. Los pobres mandaban a los ricos.

Una vez pasado el día, sin embargo, "el rey del haba" recibía su castigo. Esta persona pasaba a ser el 'tontolaba'. La tradición pasó al Roscón de Reyes, por lo que en esta ocasión, a quien le toca el haba se convierte en un efímero rey que pasa luego a ser menospreciado. Pasa de ser un afortunado a convertirse en el hazmerreír, y de ahí que a quien le toque el haba debe pagar el roscón.

El paso de los siglos esto ha ido cambiando. Comenzaron a introducirse monedas de oro como premio a quien encontrara el tesoro del Roscón, se optó por esconder una figura y un haba a la vez para saber quién era el afortunado y quién el tonto del haba…, por lo que el "tonto del haba; tontolaba" pagará al año siguiente el roscón de Reyes.



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